Search

News

Search in All Title Contents

Madrid, 16 de diciembre de 2024.- Para la mayoría, la Navidad es sinónimo de reencuentros, celebraciones y momentos de alegría. Sin embargo, para los pacientes oncológicos, estas fechas pueden traer consigo una sensación de disonancia emocional, al contrastar las expectativas sociales con su propia realidad. Según Maribel González, psicooncóloga de MD Anderson Cancer Center Madrid – Hospiten, “el paciente oncológico puede sentirse atrapado entre lo que debería experimentar y lo que realmente está viviendo, generando una carga emocional añadida”.

En este contexto, la aceptación de emociones se convierte en una herramienta clave para los pacientes oncológicos. Es importante que ellos mismos se permitan vivir sus emociones sin ningún tipo de juicio y se concedan el permiso de sentirse tal y como se sienten. “Esto no significa adoptar una actitud pasiva. Además de identificar y aceptar la emoción, aprendemos a gestionar la misma de la manera más adecuada”, clarifica la psicooncóloga.

En este proceso, continúa González, es fundamental organizar actividades que se ajusten al estado físico y emocional del paciente, sin caer en el aislamiento ni sentirse forzado a participar en eventos sociales. Es importante reducir la autoexigencia, fomentando la autoescucha y comprensión de uno mismo, tomando las decisiones que contribuyan al mayor bienestar físico y emocional, explica la especialista, subrayando que, además, la orientación a familiares y amigos sobre cómo brindarles apoyo, ya sea con pequeños gestos o respetando momentos de introspección, ayuda a crear un entorno comprensivo.

Bienestar emocional del paciente sin descuidar el del entorno

El entorno cercano juega un papel crucial en el bienestar emocional del paciente. La psicooncóloga destaca que es fundamental mantener una comunicación continua y abierta, “preguntándoles directamente qué necesitan y cómo se les puede ayudar”. De esta forma, se podrá adaptar el apoyo a sus necesidades diarias, que pueden variar desde una salida navideña para distraerse de la enfermedad hasta ofrecer un espacio seguro para desahogarse emocionalmente. “Es importante que el acompañante acepte y valide las emociones del paciente, respetando tanto sus momentos de alegría como los de tristeza, sin intentar forzar un estado de ánimo concreto”, apunta.

Asimismo, la psicooncóloga incide en que los familiares no deben descuidar su propio bienestar. La carga emocional que supone acompañar a un paciente oncológico puede ser significativa, por lo que es esencial permitirse sentir y gestionar su propio dolor. Practicar el autocuidado es fundamental, ya que no solo ayuda al familiar, sino que también le permite estar más presente y disponible para el paciente.

Tal y como concluye la psicooncóloga, “la Navidad, cuando se atraviesa por situaciones como esta, no tiene por qué ajustarse a las expectativas, pero siempre puede ser un buen momento para recordarnos el apoyo y afecto mutuo”. Aceptar las emociones, encontrar un equilibrio en las actividades y mantener una comunicación sincera son pilares fundamentales para que este periodo sea lo más llevadero posible.