En los cánceres de laringe en estadios iniciales (estadios I-II), los pacientes responden igual de bien a la cirugía o la radioterapia. En los cánceres en estadios intermedios (estadios II-III), una combinación de radioterapia y quimioterapia o de radioterapia y cirugía brinda la mejor oportunidad para conservar la laringe. Dependiendo de la localización y el tamaño del tumor, algunos pacientes pueden someterse a radioterapia o cirugía sola.
Cirugía
La cirugía puede conllevar la extirpación total o parcial de la laringe (laringectomía), de partes de la subglotis o supraglotis o únicamente de las cuerdas vocales (cordectomía). En algunos casos también se extirpa el tiroides. Una laringectomía parcial permite conservar el habla. En el MD Anderson Madrid – Hospiten se utilizan dos procedimientos para conservar la función normal:
Microcirugía láser transoral (MLT): se utiliza una fibra hueca flexible para transmitir energía de un láser de CO2, lo que permite que el cirujano llegue a zonas por lo demás inaccesibles y que realice una resección de 360 grados alrededor del tumor de una manera que antes no era posible.
Laringectomía parcial supracricoidea: se extirpan la supraglotis, las cuerdas vocales y el cartílago tiroides, al tiempo que se respetan otras estructuras necesarias para tragar y hablar.
Aunque técnicas avanzadas están ayudando a preservar la función normal, los pacientes a los que se ha extirpado toda la laringe o las cuerdas vocales perderán la capacidad de hablar o respirar con normalidad.
Existen varias opciones para restablecer el habla:
- Una válvula especial que se implanta entre la tráquea y el esófago, que elimina la necesidad de una electrolaringe
- Uso de un dispositivo vibrante manual (electrolaringe) para producir sonidos y palabras
- Logopedia intensiva para aprender a utilizar el esófago para hablar
Otros tratamientos
Pueden utilizarse quimioterápicos para reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía o para destruir las células cancerosas residuales tras la cirugía o radioterapia. Puede utilizarse una combinación de quimioterapia y radioterapia como tratamiento primario de los pacientes con tumores de mayor tamaño o que no toleran la cirugía.
Supervivencia
Se insta firmemente a los pacientes con cáncer de laringe a que no fumen ni consuman alcohol durante y después del tratamiento del cáncer. El consumo de alcohol y tabaco puede hacer que los tratamientos sean menos satisfactorios, además de aumentar en gran medida las posibilidades de recidiva.
La vigilancia y las revisiones periódicas son fundamentales debido al elevado riesgo de que reaparezca el cáncer en la laringe o en otras zonas de la región de la cabeza y el cuello. Es posible que los pacientes tengan que acudir al médico cada dos meses durante los dos primeros años después del tratamiento, ya que el 80%-90% de los cánceres nuevos aparecen durante los tres primeros años.