Algunos supervivientes viven con el cáncer como con cualquier otra enfermedad crónica que requiere tratamientos periódicos, mientras que otros alcanzan una remisión a largo plazo. Muchos llevarán una vida normal y tendrán pocos efectos secundarios o ninguno. De hecho, dos tercios de los supervivientes relatan que el cáncer no ha tenido repercusiones importantes en su vida a largo plazo.
No obstante, como muchos supervivientes han aprendido, la recuperación no siempre es el final del cáncer. La recidiva sigue siendo una posibilidad incluso varios años después de un tratamiento satisfactorio. Los tratamientos oncológicos tóxicos pueden causarle problemas de salud que precisan vigilancia de por vida. Por último, la recuperación del trauma social y emocional que supone el cáncer puede llevar más tiempo que la recuperación del tratamiento.
Después de varios decenios centrados en el tratamiento del cáncer, los investigadores se enfrentan ahora al reto de ayudar a los supervivientes a lograr una calidad de vida adecuada durante muchos años después del final del tratamiento.