se extraen óvulos de la paciente y se fecundan en un tubo de ensayo con el semen de la pareja o de un donante. Los embriones resultantes se congelan y almacenan. Han de transcurrir unas dos semanas desde el comienzo del ciclo menstrual de la mujer hasta la obtención de óvulos para la fecundación in vitro; la espera puede ser un problema con un cáncer de crecimiento rápido, como la leucemia aguda. Además, las hormonas administradas para conseguir la maduración de más de uno de los óvulos pueden estimular el crecimiento de las células del cáncer de mama, por lo que los investigadores tratan de utilizar combinaciones de hormonas diferentes para hacer más segura la estimulación hormonal. Otra opción consiste simplemente en obtener el único óvulo que madura en un ciclo menstrual natural, pero las probabilidades de que sea fecundado, sobreviva a la congelación y produzca un parto con hijo vivo al transferirse al útero son inferiores al 10%.
Algunas mujeres deciden congelar sus óvulos sin fecundarlos, especialmente si no tienen una relación estable. Más adelante, pueden descongelarse e intentarse la fecundación in vitro. La congelación de óvulos sigue siendo experimental y ha conseguido menos de 200 nacidos vivos en todo el mundo.
Algunas mujeres se someten a una extirpación quirúrgica de partes de los ovarios que se congelan antes del tratamiento antineoplásico. Aunque algunos centros han creado bancos de tejido ovárico para estos fines, se trata de una técnica todavía experimental y solo ha conseguido unos pocos embarazos en todo el mundo.
Una opción para las mujeres sometidas a quimioterapia consiste en administrar una hormona para mantener los ovarios en una especie de menopausia temporal durante el tratamiento. Sin embargo, muchos especialistas en infertilidad ponen en duda que las hormonas impidan realmente las lesiones de los ovarios causadas por la quimioterapia. Las inyecciones de hormonas son costosas, y podrían afectar en cierta medida al éxito de la quimioterapia.
En las mujeres sometidas a radioterapia, es posible desplazar quirúrgicamente los ovarios fuera de la zona de radiación. En ocasiones pueden colocarse a los lados de la pelvis, fuera del campo de radiación. Hay un 50% de probabilidades de que las mujeres vuelvan a tener la menstruación después de aplicar este procedimiento.
Otras opciones para tener hijos después del tratamiento del cáncer son el uso de embriones u óvulos de donantes, el uso de una madre de alquiler (que es la que lleva al niño en su seno) o la adopción.