Los síndromes de neoplasias endocrinas múltiples (NEM) recibieron este nombre debido a que predisponen a las personas a padecer tumores de las glándulas endocrinas. El sistema endocrino está formado por glándulas que secretan hormonas a la circulación sanguínea, encargadas de controlar numerosos procesos del organismo. El sistema endocrino contribuye a la regulación del estado de ánimo, del crecimiento y el desarrollo y del metabolismo, así como a la función sexual y la reproducción.
Las principales glándulas del sistema endocrino que resultan afectadas por los síndromes NEM son las glándulas hipofisaria, tiroidea, paratiroideas, suprarrenales y el páncreas. En la actualidad hay dos síndromes NEM diferentes: NEM1 y NEM2. Ambos son similares en algunos aspectos, pero existen diferencias importantes entre ellos.