Cirugía mínimamente invasiva
La cirugía mínimamente invasiva se aprovecha de los avances en las técnicas de imagen informatizadas y la robótica para proporcionar un tratamiento quirúrgico eficaz contra el cáncer con una repercusión mucho menor sobre el paciente. Mediante el uso de cámaras tubulares diminutas que permiten ver el interior del cuerpo, de instrumentos miniaturizados y de equipos de imagen que proporcionan imágenes en tiempo real en el quirófano, la cirugía mínimamente invasiva permite operar a través de incisiones mucho más pequeñas y disminuir el tiempo de recuperación. Las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva son:
- Menos hemorragia
- Disminución de la necesidad de transfusiones de sangre
- Estancia hospitalaria más breve
- Reducción del dolor y la necesidad de analgésicos postoperatorios
- Reanudación más precoz de una dieta normal
- Recuperación y reanudación más rápidas de las actividades normales
- Menos cicatrices y mejor aspecto estético
Cirugía toracoscópica videoasistida (CTVA)
La CTVA puede utilizarse para facilitar el diagnóstico de cánceres de pulmón y esófago. Con un número limitado de pequeñas incisiones, los videotoracoscopios de pequeño diámetro permiten explorar toda la cavidad torácica (véase el esquema de la derecha). Se pueden obtener biopsias del revestimiento de la cavidad torácica (pleura), nódulos pulmonares, masas mediastínicas y líquido pleural con facilidad para fines diagnósticos. En ciertos casos puede aplicarse un tratamiento definitivo al mismo tiempo, como una pleurodesis por derrame pleural. La CTVA es la técnica de elección para el diagnóstico del mesotelioma maligno. Este procedimiento suele requerir una noche en el hospital.