El diagnóstico de los tumores carcinoides es difícil porque, con frecuencia, no aparecen síntomas hasta años más tarde. Incluso después de que se tornen evidentes los síntomas de un tumor avanzado, como diarrea, sofocos y sibilancias similares al asma, su diagnóstico erróneo es habitual.
La identificación de tumores carcinoides al comienzo de su desarrollo se produce en ocasiones de manera accidental durante exploraciones médicas rutinarias, como colonoscopias y exploraciones físicas, o durante intervenciones quirúrgicas, como apendicectomías, ya que el apéndice puede ser un lugar de origen de carcinoides. Aunque la TC puede detectar tumores carcinoides, no es un método de cribado eficaz para ponerlos de manifiesto al comienzo de su desarrollo.