Extracción de una pequeña pieza de tejido vivo de un órgano u otra parte del cuerpo, para mediante el examen microscópico confirmar o establecer un diagnóstico, estimar un pronóstico o seguir el curso de una enfermedad. Existen diferentes mecanismos para realizarla según el tejido a extraer, el más típico es mediante la punción o aspiración. Es una técnica sencilla que en algunos casos podría requerir anestesia local, y no precisa ayunas.