Uso de materiales radiactivos en el tratamiento de las neoplasias malignas mediante la colocación de partículas radiactivas en contacto con los tejidos que se van a tratar o incluso implantadas en ellos, como es el caso de las “semillas” en el cáncer de próstata.
En determinadas localizaciones se puede suministrar la radiación con una fuente radiactiva de Ir-192 que, colocada en la proximidad del tumor, puede depositar una dosis de radiación de alta intensidad en un volumen muy reducido, permitiendo proteger el tejido sano.
Ventajas: La dosis de radiación queda muy confinada en la proximidad de la fuente y la dosis en zonas alejadas en mínima.
Braquiterapia de la próstata:
Con ayuda de ultrasonidos, se implantan en el tumor pequeñas “semillas” conteniendo iodo radiactivo (I-125) que depositan radiación durante un cierto tiempo. La técnica es especialmente efectiva en cáncer de próstata, destruyendo el tumor y preservando la uretra, vejiga y otros órganos.
Ventajas: El procedimiento quirúrgico es poco invasivo y el paciente puede irse de alta al día siguiente.