O balance ingesta-diuresis, es la comparación entre el volumen de líquidos que se aportan o se ingieren, es decir, volumen de sueros intravenosos, dieta, etc., y el volumen que sale del organismo hacia el exterior: orina, sudor, deposiciones, etc. Este balance debe ser equilibrado, es decir, que el volumen aportado y el excretado debe ser prácticamente igual. Si hay desequilibrio se deben realizar los ajustes oportunos. Para llevar a cabo este balance y que sea real, se deben controlar rigurosamente lo que ingiere y elimina el paciente.