Sensación desagradable, localizada en el epigastrio (boca del estómago) y abdomen, y que suele culminar en vómitos. Es un efecto secundario no deseado del tratamiento de quimioterapia, causado por el daño gástrico e intestinal que se sufre como consecuencia del mismo a las pocas horas de su aplicación.
Las nauseas suelen desaparecer a las 24-48 horas de finalizar la quimioterapia.
Para evitar y mitigar en lo posible las nauseas y los vómitos, su médico le prescribirá fármacos antieméticos. Además deberá adoptar otras medidas higiénicas para evitar la sensación de nausea, tales como tomar dieta blanda, no condimentada y fraccionada en varias tomas a lo largo del día; evitar los fritos, alimentos ricos en grasa y de difícil digestión; ingerir abundantes líquidos; tomar aquello que le apetezca (seguro que le sentará bien); procurar un ambiente confortable; evitar todo tipo de olores fuertes; intentar dormir siesta tras la comida; oler una gasa empapada de alcohol...
En todo caso, le recomendamos que solicite a su enfermera el protocolo de “control de nauseas”.