La Unidad de Cirugía Hepatobiliopancreática se encarga del diagnóstico y tratamiento quirúrgico de los tumores primarios del hígado, de las metástasis en hígado de otros tumores (colon, mama, ovario, etc), de los tumores de la vía biliar y vesícula biliar, y de los tumores sólidos y quísticos del páncreas.
Esta Unidad del Servicio de Oncología Quirúrgica cuenta con especialistas preparados, equipos multidisciplinares y dotación tecnológica específica que permiten responder a la complejidad técnica de esta cirugía.
Cirugía de hígado y vías biliares
El tratamiento quirúrgico de los tumores del hígado y la vía biliar precisan de unos medios técnicos superiores a los de otros tumores del aparato digestivo. Tanto para los tumores primarios del hígado como para los secundarios (metástasis de otros tumores), existen diferentes posibilidades de tratamiento que se deben seleccionar individualmente. Para un diagnóstico preciso que permita planificar correctamente el tratamiento, se necesita en todos los casos disponer de TAC multicorte y RMN (en algunos casos con contraste hepatoespecífico), y en algunos de PET-TAC. En pacientes cirróticos o que han recibido mucha quimioterapia, es necesario conocer con exactitud la función hepática, para determinar si la resección hepática es posible. Para ello es importante disponer de un método de determinación de aclaramiento de verde de indocianina. Una vez hecho el diagnóstico, el paciente será valorado por un equipo multidisciplinar (oncólogo médico, cirujano, radiólogo, gastroenterólogo, oncólogo radioterápico, etc.) para buscar el mejor tratamiento posible para cada caso.
El manejo quirúrgico de estos tumores incluye tanto técnicas quirúrgicas, como técnicas de radiología intervencionista (ablación percutánea, quimioembolización, radioembolización) o radioterapia dirigida (radiocirugía) o la combinación de varios de estos tratamientos. En el quirófano es necesario disponer de ecografía intraoperatoria (tanto para cirugía abierta como para laparoscopia), diferentes dispositivos para la sección segura del parénquima hepático, dispositivos de ablación (destrucción) de tumores con diferentes energías (radiofrecuencia, microondas, etc.).
En algunos casos la resección se podrá hacer por vía laparoscópica o con cirugía robótica. Esta complejidad técnica y la diversidad de posibles tratamientos hacen que el personal médico deba ser experto en su manejo y con amplia experiencia en el tratamiento de estos pacientes. MD Anderson Cancer Center Madrid – Hospiten cuenta con la estructura humana y técnica necesaria para la realización de esta cirugía hepatobiliar compleja.
En los casos con metástasis hepáticas con mucha enfermedad en el hígado tenemos la posibilidad de elegir el mejor esquema de tratamiento quirúrgico para cada paciente: cirugía en un solo tiempo, cirugía secuencial o en 2 tiempos, secuencial invertida (‘liver first’), ALPPS, pudiendo realizar cuando se precise técnicas adicionales como embolización o ligadura portal, radiofrecuencia, radiocirugía, etc.
El conocimiento de todas estas técnicas nos permite tratar con intención de curación entre un 10 y un 15% más de pacientes los cuales fueron considerados inicialmente irresecables o no curables. Si el tumor de colon que motivó las metástasis todavía está presente, se puede resecar simultáneamente con las metástasis. La experiencia adquirida en cirugía hepática de tumores malignos nos permite abordar y tratar con seguridad y buenos resultados casos con tumores hepáticos benignos o con problemas complejos de la vía biliar (angiomas, adenomas, lesiones yatrógenas de la vía biliar, litiasis, etc.), que en ocasiones pueden llegar a ser tan graves e invalidantes como un tumor maligno.
Cirugía de páncreas
Entre los tumores del páncreas debemos distinguir entre adenocarcinoma ductal, tumoraciones quísticas y tumores neuroendocrinos, sin olvidarnos que la pancreatitis crónica en ocasiones puede simular uno de estos tumores. Puesto que su tratamiento puede variar mucho de unos a otros, yendo desde la simple observación a la resección pancreática, un diagnóstico correcto es fundamental. El diagnóstico diferencial entre unos y otros en ocasiones no es sencillo, y requiere de mucha experiencia en tumores de páncreas, algo que, debido a la baja frecuencia de los mismos, no es fácil tener fuera de un Centro Oncológico. El diagnóstico muchas veces depende de una valoración diagnóstica conjunta entre cirujano, oncólogo, radiólogo y endoscopista, siendo muy importante la labor de este último con la Ecoendoscopia, con la que se pueden obtener imágenes muy precisas y tomar biopsias.
En tumores malignos es fundamental un buen estudio radiológico vascular para determinar la posibilidad de resección del tumor, recurriendo a veces a reconstrucciones 3D. En los tumores neuroendocrinos es importante la colaboración del Servicio de Medicina Nuclear en el diagnóstico y tratamiento con pruebas como Octreosacn o PET-Galio y técnicas como radioembolización de metástasis hepáticas con Ytrio-90 o tratamiento de tumor neuroendocrinos metastásicos con Lutecio177. Los tumores quísticos no siempre necesitan tratamiento quirúrgico y es que muchos de ellos se podrán observar, pero será necesario un estudio preciso de las características de los mismos para determinar el manejo más adecuado en cada caso.
Una vez hecho el diagnóstico, la cirugía juega un papel fundamental en la posibilidad de curación. La cirugía pancreática es una cirugía compleja que requiere de equipos expertos que trabajen de forma conjunta en el manejo de estos pacientes y las posibles complicaciones que puedan surgir (cirujanos, anestesistas, patólogos, intensivistas, radiólogo intervencionista, nutricionista, etc.).
La cirugía oncológica del páncreas tiene además unas peculiaridades técnicas que el cirujano debe conocer y que son fundamentales para alcanzar el objetivo de curación. Según la localización del tumor, la cirugía será más o menos compleja, y con mayor o menor riesgo de complicaciones. En algunos casos la resección podrá realizarse con abordaje mínimamente invasivo (cirugía laparoscópica o robótica).
En los últimos años, la quimio y radioterapia administrada antes de la cirugía en los adenocarcinomas de páncreas han demostrado que pueden mejorar los resultados a largo plazo. En MD Anderson Cancer Center Madrid – Hospiten los pacientes son valorados por un equipo multidisciplinar que decidirá cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso.
También debemos mencionar la utilidad de la cirugía en el tratamiento de la pancreatitis crónica. En ocasiones las dudas diagnósticas con cáncer de páncreas obligan a un tratamiento quirúrgico. Y, en otras, las complicaciones de la pancreatitis crónica hacen que se deba recurrir a la cirugía para su tratamiento.