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Náuseas


Muchos quimioterápicos y la radioterapia producen náuseas (molestias de estómago), pero hay medicamentos para prevenir las náuseas y los vómitos. Hable con su médico o enfermera si tiene náuseas. Puede tomar medicamentos por vía oral o intravenosa (a través de una vena) cuando reciba quimioterapia. Por desgracia, algunos pacientes siguen teniendo náuseas. En caso de que los medicamentos no le ayuden, diríjase inmediatamente al servicio de urgencias más próximo. Es posible que necesite líquidos en caso de no haber podido comer ni beber.

 

 Mantenimiento de las náuseas bajo control

Este documento contiene información que le ayudará a controlar las náuseas y los vómitos y ofrece sugerencias que le ayudarán a mantener una buena nutrición. Si tiene úlceras en la boca y le cuesta mucho encontrar alimentos que pueda comer, solicite a su médico una consulta con un especialista en dietética.

La mayoría de los quimioterápicos producen náuseas o vómitos en las 24 horas siguientes a la recepción de la quimioterapia. Algunos quimioterápicos producen náuseas durante varios días después de terminar la quimioterapia. El médico quizá aluda a ellos como náuseas o vómitos “diferidos”.

 

¿Cómo y por qué aparecen las náuseas y los vómitos?

Las náuseas y los vómitos son reacciones al estrés o a la presencia de sustancias extrañas en el cuerpo. La parte del cerebro que controla esta reacción se denomina zona de activación de los quimiorreceptores (ZAQ). Los productos químicos liberados durante el tratamiento pueden estimular la ZAQ y causar náuseas o vómitos.

Entre las posibles causas de náuseas y vómitos en los pacientes con cáncer figuran:

 

  • Algunos quimioterápicos
  • Radioterapia sobre el abdomen
  • Dolor crónico continuo
  • Obstrucción del intestino
  • Algunos medicamentos
  • Cansancio
  • Desequilibrios hidroelectrolíticos
  • Cambios del gusto o el olfato
  • Anestesia

 

Recuerde que no todos los quimioterápicos producen náuseas y vómitos. Hay muchos quimioterápicos y muchas combinaciones de estos fármacos. El hecho de tener náuseas o vómitos con la quimioterapia dependerá de los siguientes factores:

El tipo de quimioterápico que esté tomando

La dosis

La vía por la que se le administre el fármaco (por ejemplo, intravenosa o en comprimidos)

El intervalo de tiempo utilizado para administrar el fármaco (infusión de 30 minutos o infusión que dura varios días)

 

El farmacéutico dispone de una lista de todos los quimioterápicos con sus efectos secundarios. Pregunte a su farmacéutico si las náuseas son un efecto secundario habitual de su plan de tratamiento particular.

 

Náuseas

Las náuseas son una sensación molesta e incómoda en el estómago que puede acabar o no en vómitos.

 

Vómitos

El vómito es la expulsión del contenido del estómago por la boca. No es lo mismo que expulsar secreción procedente de los pulmones o la garganta con la tos. Las “arcadas” son la tensión rítmica del tórax y el abdomen que acompaña el vómito. Cuando no se expulsan alimentos, se denominan “arcadas secas”.

 

¿Qué son las náuseas y los vómitos anticipatorios? ¿Es algo real o solo está en la cabeza?

Las náuseas y los vómitos anticipatorios, o NVA, son una respuesta condicionada o aprendida. Por ejemplo, las náuseas y los vómitos que aparecen con un determinado tratamiento pueden estar vinculados a algo más, como la llegada al hospital o un cierto olor. Ese recordatorio o estímulo es capaz de desencadenar las NVA por sí solo. Un tercio de los pacientes con cáncer que experimentan náuseas presentan NVA. Afectan con mayor frecuencia a personas jóvenes, muy ansiosas, propensas a la cinetosis, o que reciben un tratamiento conocido por provocar náuseas. Hay fármacos que evitan que suceda esto. No dude en hablar con su médico, enfermera o farmacéutico si así ocurre.

 

¿Qué medicamentos hay para controlar las náuseas y los vómitos?

Pregunte a su enfermera, médico o farmacéutico si su tratamiento suele causar náuseas y vómitos. Si así sucede, pida a su médico que le recete un antiemético. Los antieméticos son medicamentos que ayudan a controlar las náuseas y los vómitos.

Hay varios antieméticos eficaces para prevenir o controlar las náuseas y los vómitos relacionados con la quimioterapia. La mejor protección frente a las náuseas y los vómitos relacionados con la quimioterapia consiste en prevenirlos empezando a tomar los antieméticos antes de la administración de la quimioterapia y tomándolos mientras sea probable que el quimioterápico produzca vómitos. El médico puede recetarle un antiemético para que lo tome entre 30 minutos y 1 hora antes de que comience la quimioterapia. El antiemético puede administrarse por vía oral o intravenosa. Quizá tenga que llevar el antiemético recetado a la clínica los días que vaya a recibir quimioterapia.

El médico también puede recetarle otro antiemético para que lo use si presenta náuseas tras haber administrado la quimioterapia. Se le puede indicar que tome este medicamento de forma pautada o “solo cuando lo necesite”.

 

Los distintos antieméticos actúan de forma diferente de una persona a otra. Ningún fármaco controla las náuseas y vómitos en el 100% de las ocasiones y quizá tenga que probar más de uno antes de obtener alivio. No se desespere. Informe a su médico, enfermera o farmacéutico si tiene náuseas o vómitos para que puedan ayudarle a identificar los fármacos que van mejor en su caso. No es inusual tomar dos o más fármacos diferentes para prevenir o aliviar las náuseas y los vómitos.

Es importante que sepa que algunos de ellos pueden hacer que sienta somnolencia.

 

¿Qué debo comer el día de la quimioterapia?

Para decidir lo que comer los días de tratamiento, ha de averiguar lo que le va mejor y comer lo que le sienta bien. El apetito y el interés por los alimentos pueden variar de un día a otro. Dado que lo primero que necesita el organismo son líquidos, elija entre todo lo siguiente:

 

  • Zumo de frutas
  • Limonada
  • Agua
  • Sopa
  • Fruta fresca cortada
  • Bebidas para deportista

Un consumo adecuado de líquidos es necesario para evitar la deshidratación. Pruebe a comer alimentos como tostadas, galletas, ensaladas y frutas frescas (si se lo permiten). Estos alimentos son ligeros y se digieren con facilidad.

 

¿Qué debo comer cuando tenga náuseas?

Intente comer tostadas, galletas u otros alimentos secos.

Haga comidas pequeñas y frecuentes (6-8) durante el día. Los alimentos ácidos, como limonada o encurtidos (pepinillos en vinagre), pueden ser útiles.

La cecina de vaca y los alimentos salados pueden tener un buen sabor.

El sentido del olfato puede cambiar durante el tratamiento. Los alimentos fríos o blandos, como sándwiches, fruta, requesón y helados, ofrecen una buena nutrición sin un olor fuerte.

Beba mucho líquido, como agua, ginger ale, bebidas para deportistas, bebidas con sabor a fruta elaboradas a partir de mezclas secas, barras de fruta congeladas, trocitos de hielo y bebidas gaseosas. Con estos líquidos pueden hacerse postres con gelatina o cubitos de hielo.

Intente tomar la bebida lentamente a través de una pajita.

No se fuerce a comer. No es incorrecto que evite comer durante un período corto (es decir, 2 días como mucho). Si las náuseas siguen siendo un problema, informe a su médico o enfermera.

 

¿Qué alimentos debo evitar?

Evite los alimentos grasos y fritos porque son más difíciles de digerir. Los alimentos ricos en grasas causarán una sensación de plenitud y posiblemente desencadenarán náuseas.

Evite los alimentos picantes y muy sazonados. Coma alimentos blandos en su lugar.

Evite los alimentos de olor fuerte, ya que pueden desencadenar náuseas. Los alimentos fríos o blandos tienen menos aroma y pueden ser más fáciles de comer.

Evite sus alimentos favoritos cuando tenga náuseas. Puede ser difícil que disfrute de ellos posteriormente.

 

Consejos sobre alimentación

Recuerde que la nutrición es una parte importante del tratamiento.

Tome la medicación contra las náuseas según se le haya dicho.

Evite tener el estómago vacío.

Haga entre 6 y 8 comidas pequeñas al día. Evite una ingestión excesiva en una comida.

Beba entre 8 y 12 vasos de 250 ml (entre 2 y 3 litros) de líquidos no alcohólicos y sin cafeína al día. Beba líquidos como agua, zumos de frutas y bebidas para deportistas. Coma polos, sopas/caldos claros y gelatina de sabores.