Madrid, 19 de septiembre de 2019.- MD Anderson Cancer Center Madrid – Hospiten acaba de poner en marcha una plataforma diseñada específicamente por el equipo de Investigación en Genómica del Cáncer, que permite predecir la toxicidad a quimioterapia en pacientes oncológicos a través de un test genético. Con motivo del Día Mundial de la Investigación, que se conmemora cada 24 de septiembre, los doctores Juan Fernando García, jefe del Servicio de Anatomía Patológica y director científico; José María Viéitez, jefe de la Sección de Tumores Digestivos del Servicio de Oncología Médica; y Gema Moreno, jefa del laboratorio de Investigación Traslacional, profesionales que han estado detrás de su desarrollo, han aprovechado para anunciar que esta plataforma puede ya utilizarse en cualquiera de los pacientes del centro hospitalario, independientemente del tipo de tumor que tengan.
Este test genético es capaz de identificar y analizar las variantes (polimorfismos) en el ADN que pueden condicionar una mayor o menor toxicidad a los tratamientos. “Un polimorfismo es una variación en la secuencia de ADN que está presente con una frecuencia superior al 1% entre los individuos de una población”, explica el doctor García.
De esta forma, la presencia de una o varias variantes genéticas concretas en enzimas involucradas en el metabolismo o transporte de fármacos presentes en un paciente puede significar su mejor o peor tolerancia al tratamiento quimioterápico. “La ventaja principal de conocer estas variantes es que podemos predecir qué toxicidad a un determinado tratamiento tendrá el paciente y, en caso de que las variantes analizadas nos indiquen que puede desarrollar efectos adversos severos, podemos optar por otro esquema de tratamiento”, apunta el doctor Viéitez. Además, continúa, “en aquellos casos en los que no haya alternativa terapéutica, en ese tratamiento se podrá ajustar la dosis y adaptar el seguimiento del enfermo”.
En esta línea, la doctora Moreno aporta que “este tipo de abordajes nos permiten avanzar en la denominada medicina de precisión permitiendo conocer a priori cual será el comportamiento clínico del paciente y evitando, en la medida de lo posible, el desarrollo de efectos adversos adicionales”.
Una simple muestra de sangre antes de comenzar con el tratamiento
Para obtener estos resultados, solo es necesaria una muestra de sangre que el profesional sanitario debe extraer idealmente justo tras confirmar el diagnóstico y antes de comenzar con un tratamiento farmacológico. “Se puede hacer en cualquier momento del proceso y, de hecho, la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, en sus siglas en inglés) recomienda la realización de este tipo de determinaciones en caso de aparecer una toxicidad inesperada con determinados fármacos como el 5fu”. Sin embargo, matiza, “lo ideal es utilizar esta plataforma de forma preventiva para personalizar el tratamiento desde el principio”, indica García.
Por el momento, se contempla esencialmente la respuesta a quimioterapia convencional porque es donde hay más documentación y evidencia científica y clínica, pero la idea es ir ampliando y actualizando esta plataforma conforme vaya avanzando la investigación en el futuro. “Este conocimiento acerca de la toxicidad o no del tratamiento oncológico se ha ido adquiriendo con la experiencia y el transcurso del tiempo y, en el caso de las terapias dirigidas o la inmunoterapia, todavía no existe ese recorrido temporal que nos permita acumular el número de evidencias suficiente”, asevera este especialista.