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Madrid, 19 de diciembre de 2023-. Si algo caracteriza a las fiestas navideñas son las comidas en familia y con amigos. En este contexto de celebración, los pacientes oncológicos también pueden disfrutar de un menú de Navidad sabroso y original, basta con seguir una serie de consejos nutricionales para adaptar los diferentes platos a sus necesidades.

Como punto de partida, el doctor Pedro Robledo, responsable de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética de MD Anderson Cancer Center Madrid – Hospiten, recuerda la importancia de evitar los alimentos ricos en grasas saturadas, como fritos o rebozados, los quesos con más de un 60% de materia grasa y productos con un exceso de azúcares refinados, como la bollería industrial. A partir de aquí, se puede adaptar el menú en base a las necesidades y alteraciones que pueda presentar cada paciente. “Si el paciente tiene alteraciones del aparato digestivo, ya sean mecánicas o funcionales, como la dificultad para deglutir o tránsito acelerado, se recomienda modificar texturas y cantidades por cada ingesta. Por ejemplo, se debe evitar texturas fibrosas, como el espárrago, o de consistencia dura, como la carne no magra”, explica el especialista.

A su vez, señala, “si hubiera falta de un órgano parcial o completa, como el estómago, se controlarán las cantidades por ingesta y el volumen de líquido. Si faltan tramos de intestino se adaptarán las cantidades de grasas y azúcares, además del tipo de fibra a ingerir”. De esta forma, el menú se puede personalizar según las necesidades alimentarias y los gustos de cada persona.

Otro de los aspectos clave para disfrutar de las comidas y cenas navideñas es tener en cuenta que los tratamientos de quimioterapia y radioterapia pueden provocar alteraciones funcionales del sabor o el olor. Por ello, el experto recomienda añadir especias a la elaboración culinaria para potenciar el sabor. “Podemos optar por el cilantro en pescados, el curry en carnes blancas, o el comino y la cúrcuma en las legumbres y verduras”, detalla. Esta condimentación debe ser suave, de lo contrario se puede empeorar y distorsionar más el sabor.

Por último, una vez en la mesa, el experto recomienda tomar pequeñas porciones y mantener una posición ligeramente hacia delante para evitar problemas de deglución, así como no tomar los alimentos demasiado calientes. Estos y otros consejos pueden ser consultados con el equipo multidisciplinar a cargo del tratamiento y seguimiento del paciente para que sean lo más personalizados posibles.

Propuesta de menú de Navidad para los pacientes oncológicos

Como primer plato el nutricionista Pedro Robledo recomienda optar por las verduras. En base a la disponibilidad de la deglución se puede cocinar:

  • Un plato de verduras cocidas, con brócoli, o lombarda, zanahoria y cardo, con gambas y gulas, todos salteado con cilantro, cuando sea posible una deglución completa de los alimentos.
  • Puré de verduras con lentejas y pequeños toques de romero y lima, en el caso de que el paciente tenga problemas de deglución o una alteración del sabor

Como segundo plato, la elección de un pescado blanco, como la merluza tradicional en estas fechas o la dorada o la lubina, aportará ácidos grasos saludables, como el omega 3, minerales y nutrientes beneficiosos para el buen funcionamiento del organismo. En esta línea, una buena receta sería pescado blanco al horno con un mousse de naranja o zumo de naranja y menta, de nuevo un aliado para potenciar el sabor del plato.

Para los carnívoros, también la carne blanca será la clave, ya que cuenta con un menor contenido en grasa, es más fácil de digerir y aporta vitaminas y minerales, como el potasio, el zinc, el yodo o el fósforo. Como receta es muy completo y de fácil deglución el pavo picado al horno con curry y crema de patatas con hinojo.

Y, para terminar, de postre, la fruta ha de ser la protagonista. El especialista recomienda preparar una copa de arándanos, piña y grosella con helado de vainilla o un mousse de grosella y canela chocolate o café molidos.

En conjunto, el objetivo final siempre debe ser “que el paciente mantenga una dieta saludable que pueda contener la mayor variedad de alimentos posible, y adecuada a sus necesidades, sin excesos de aporte calórico cuando no sea necesario. Además, debe mantenerse activo física y mentalmente y buscar la normalidad de la vida cotidiana”, concluye el nutricionista.