Madrid, 21 de febrero de 2013.- El I Congreso Internacional ‘El futuro del Cáncer de Pulmón: un paso adelante’, organizado por MD Anderson Cancer Center Madrid – Hospiten y The University of Texas MD Anderson Cancer Center de Houston, reúne hoy en Madrid a los más destacados investigadores, oncólogos médicos y radioterápicos, neumólogos, cirujanos torácicos y patólogos especializados en cáncer de pulmón.
En la actualidad, el cáncer de pulmón constituye la principal causa de muerte por cáncer en el mundo, con una esperanza de vida del 15% a los 5 años de la detección. En España, cada año se detectan unos 25.000 nuevos casos, de los que más de la mitad tiene enfermedad metastásica en el momento del diagnóstico.
Por esta razón, el I Congreso Internacional ‘El futuro del Cáncer de Pulmón: un paso adelante’ analiza los últimos avances en diagnóstico y tratamiento con el objetivo de proyectar un futuro mucho más optimista para los pacientes. “Hoy en día, el desarrollo de nuevas técnicas y la interacción multidisciplinar de las diferentes áreas clínicas permite obtener, cada vez más, mejores resultados. Por eso, en este foro hemos reunido a todos los implicados en el tratamiento del cáncer de pulmón para ofrecerles un programa integral sobre el presente y futuro de los métodos diagnósticos y terapéuticos de este cáncer”, explica el Dr. José Miguel Sánchez Torres, oncólogo médico de MD Anderson Cancer Center Madrid – Hospiten y director del programa junto a la Dra. Natalia Carballo, jefa del Servicio de Oncología Radioterápica del mismo centro.
En concreto, en la jornada los especialistas analizan las diferentes características moleculares y los factores pronósticos de los dos principales tipos histológicos de cáncer de pulmón no microcítico (adenocarcinoma y epidermoide) como condicionantes clave para la elección del tratamiento. Otros aspectos que se tratan en el encuentro son la importancia de los análisis moleculares para la selección del tratamiento más adecuado, y la personalización y adaptación de las terapias a las características de la enfermedad.
Aunque el abandono del hábito tabáquico sigue siendo la mejor opción para reducir los índices de mortalidad del cáncer de pulmón, los especialistas apuntan al diagnóstico molecular (mutaciones EGFR, ALK, Kras, MET, ROS1…), sumado al diagnóstico histológico convencional, como una alternativa avanzada para ofrecer un tratamiento diana que aportará mejores resultados y, por lo tanto, una mayor esperanza de vida.
“Hasta ahora, el diagnóstico histológico nos permitía seleccionar el tratamiento de quimioterapia en base a una información reducida, por lo que en ocasiones, la enfermedad no responde a esta terapia. Sin embargo, con el estudio molecular del tumor, logramos ir más allá e identificar determinadas mutaciones que son las que no responden al tratamiento genérico con quimioterapia”, explica la Dra. Carballo.
En paralelo, cada vez se desarrollan más fármacos dirigidos contra estas dianas, ofreciendo al paciente mejores resultados de eficacia y una menor toxicidad. “Una ventaja adicional es que la mayor parte de estos fármacos pueden ser administrados por vía oral, lo que evita la administración intravenosa y disminuye las visitas al hospital”, completa el Dr. Sánchez Torres.
Como ejemplos, destaca el subgrupo de pacientes con adenocarcinoma de pulmón, portadores de una mutación en el gen del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), para los que ya hay disponibles fármacos capaces de bloquear esta mutación y, en consecuencia, inhibir el crecimiento del tumor. Otra alteración conocida ocurre en el gen ALK, para el que también existen agentes dirigidos. “Con estos tratamientos hemos conseguido cambiar la historia natural de esta enfermedad, mejorar su pronóstico y cronificarla”, completa el especialista de MD Anderson Cancer Center Madrid – Hospiten.
En esta línea, otra de las ponencias de la jornada aborda la individualización de los tratamientos en el cáncer de pulmón. A este respecto, el Dr. Sánchez Torres advierte que la personalización terapéutica es imprescindible y debe estar basada en el estudio de los perfiles genéticos: “el análisis de biomarcadores en el tejido tumoral informa sobre cuáles son los fármacos más adecuados y más eficaces para cada paciente. No estamos ante una sola enfermedad, sino que nos enfrentamos a diferentes patologías, cada una con unas alteraciones moleculares predominantes distintas hacia las que dirigir el tratamiento”, continúa el doctor.
Otra de las intervenciones analiza la supervivencia en el carcinoma de células no escamosas, sobre la que el Dr. Sánchez Torres apunta que “el análisis de marcadores pronósticos en el tejido tumoral podría identificar el potencial de invasión de la enfermedad y, en consecuencia, determinar los pacientes en los que se deben emplear tratamientos más agresivos”. Para confirmar la trascendencia de estos marcadores pronósticos, está previsto llevar a cabo un estudio prospectivo conjunto entre cirujanos torácicos y oncólogos de España y Estados Unidos.
Radioterapia de protones: la técnica incipiente
“Cuando un paciente presenta un tumor inoperable en el pulmón, se le prescribe tratamiento radioterápico. Sabemos que las posibilidades de que ese tumor se cure dependen de la dosis de radioterapia que se le administre pero, desafortunadamente, las dosis que esos tumores pueden recibir no son todo lo altas que se necesita, puesto que los tejidos próximos sufrirían un daño permanente e irreversible”, indica la Dra. Natalia Carballo.
Por esta razón, el I Congreso Internacional ‘El futuro del Cáncer de Pulmón’ analiza los beneficios y la proyección de la incipiente radioterapia de protones, a través de la ponencia del Dr. Daniel Gómez, del Servicio de Oncología Radioterápica de The University of Texas MD Anderson Cancer Center de Houston.
La terapia con protones es una novedosa técnica que ataca el tumor empleando la partícula protón, con grandes ventajas físicas frente a la partícula convencional de tratamiento (el fotón), ya que permite administrar dosis más altas sin ocasionar tanto daño a los tejidos circundantes. “Pese a que su uso es restringido y limitado debido al alto coste de su instalación, en la actualidad se plantea como una técnica emergente para el tratamiento de casos concretos de cáncer de pulmón”, puntualiza la Dra. Carballo.