A pesar de la alta incidencia que presenta, este cáncer destaca por su gran capacidad de prevención al estar relacionado con factores externos (como la alimentación o la actividad física), y por poder eliminar en gran medida lesiones precursoras fácilmente detectables. De hecho, adoptar una dieta y un estilo de vida saludable permite reducir un 70% el riesgo de sufrir cáncer colorrectal[1]. Es importante concienciar a la población de la transcendencia que tiene adquirir unos hábitos de vida y eliminar otros para reducir la incidencia del cáncer de colon. Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Colon, el doctor Viéitez hace hincapié en los consejos que tanto jóvenes como mayores deberían seguir para prevenirlo.
Disminuir el consumo de carne roja o procesada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó la carne procesada en el Grupo 1, entre las cancerígenas para el ser humano, y la carne roja en el Grupo 2A, las consideradas como probablemente cancerígenas, por existir relación con el cáncer de colon[2]. “Es importante seguir la recomendación de la OMS de disminuir el consumo de carne roja y procesada a dos veces por semana para ayudar a prevenir esta enfermedad”, destaca el doctor Viéitez.
Seguir una dieta equilibrada y saludable. “Los alimentos que produzcan un tránsito intestinal lento y estreñimiento podrían aumentar las posibilidades de desarrollar la enfermedad porque favorecen que las sustancias potencialmente cancerígenas estén en contacto con la pared intestinal durante más tiempo”, puntualiza el doctor Viéitez. Por ello, es importante incluir en la dieta alimentos ricos en ácido fólico como los vegetales de hojas verde oscuro, los frutos secos, el aguacate o las legumbres, así como los lácteos y los productos con vitamina D.
Eliminar el tabaco y el alcohol. Estas sustancias se relacionan con todos los cánceres porque provocan daño celular. Concretamente, el tabaco contiene más de 60 sustancias carcinógenas y radicales libres que podrían afectar a la mucosa del colon. En el caso del alcohol, por cada 10 gramos consumidos al día, se incrementa hasta el 7% el riesgo de sufrir cáncer colorrectal[3].
Practicar ejercicio físico a diario. La actividad física ayuda a mejorar el estado de salud físico y mental de las personas, así como a prevenir enfermedades potencialmente graves. De hecho, la práctica diaria de ejercicio ayuda a prevenir el cáncer colorrectal hasta en un 26%. “El sedentarismo y la obesidad son dos problemas que están estrechamente ligados a la aparición de tumores en el colon y el recto”, puntualiza el especialista de MD Anderson Madrid – Hospiten.
La aspirina como medida preventiva. “Aunque el consumo de fármacos tiene que estar siempre sujeto a prescripción médica, existen estudios que muestran una relación entre la ingesta de aspirina y la menor incidencia del cáncer de colon”, explica el doctor de MD Anderson Madrid – Hospiten.
Relación directa entre la detección precoz y la disminución de la mortalidad
Para reducir las altas tasas de incidencia del cáncer colorrectal en España es necesario concienciar a toda la población de la necesidad de hacerse pruebas rutinarias como el test de sangre en heces (TSOH). “Desde que aparecen las primeras lesiones hasta que se desarrolla el cáncer pueden pasar hasta 6 años, por lo que las revisiones rutinarias juegan un papel fundamental en la localización temprana del tumor”, avanza el doctor Viéitez. La detección precoz es tan importante que puede suponer un aumento de la esperanza de vida hasta en un 80% de los casos.
Las revisiones deben comenzar a partir de los 50 años en individuos sanos aunque no tengan antecedentes familiares. En el caso de que existan, se recomienda hacer las pruebas unos 10 años antes de la edad con la que se detectó el cáncer al familiar. En caso de existir varios familiares que lo hayan padecido, se toma como referencia la edad del que haya sido diagnosticado más joven.
Aunque la colonoscopia es la mejor estrategia de detección, solo se realiza cuando aparecen síntomas evidentes o si hay casos en parientes cercanos. Por ello, el TSOH es una manera útil de saber si se ha desarrollado la enfermedad cuando los síntomas aún son menores. Entre los síntomas más comunes de cáncer de colon, destacan la presencia de sangre en heces, el dolor abdominal y el cansancio debido al desarrollo de anemia ferropénica.
[1] Cicuéndez Ávila, Ramón A. (2015) Epidemiología del cáncer de colon y recto en hospitales públicos de la Comunidad Autónoma de Madrid. Análisis de supervivencia. Disponible en:
http://eprints.ucm.es/33386/