A diferencia de una citología para el cáncer de cuello uterino o una mamografía para el cáncer de mama, en la actualidad no existen pruebas fiables para realizar un cribado del cáncer de ovario en mujeres sanas. El diagnóstico del cáncer de ovario puede incluir alguno o todos los procedimientos siguientes:
Exploración pélvica
En una exploración pélvica, el médico introduce uno o dos dedos enguantados en la vagina y presiona sobre la porción inferior del abdomen con la otra mano. En ocasiones, esta exploración conlleva la colocación de un dedo en la vagina y el recto al mismo tiempo para notar estructuras más profundas de la pelvis. La exploración pélvica contribuye a determinar si existe una masa a uno u otro lado del útero, lo que podría indicar la presencia de un tumorovárico. Cuando se diagnostica un cáncer de ovario, el médico también tendrá que comprobar si el cáncer se ha diseminado a otras partes del organismo.
Análisis de sangre para determinar el CA-125
Este análisis de sangre mide la concentración de una proteína, CA-125, que producen las células del cáncer de ovario. El CA-125 se conoce como marcador tumoral porque suele estar presente en concentraciones más altas en las mujeres con cáncer de ovario. El CA-125 es más fiable cuando se utiliza para detectar enfermedad recurrente en mujeres ya tratadas por un cáncer de ovario. En general, los médicos observan la tendencia de las concentraciones de CA-125 con el tiempo en lugar de resultados de determinaciones individuales. Cuando la concentración es elevada antes del tratamiento, se puede utilizar para controlar la eficacia de la quimioterapia. Estas concentraciones pueden ayudar a predecir los resultados del tratamiento del cáncer de trompa de Falopio y el cáncer primario de peritoneo, así como del cáncer de ovario.
El análisis de CA-125 aislado no sirve para diagnosticar el cáncer de ovario y actualmente no resulta eficaz como método de cribado de mujeres sanas. Una concentración elevada de CA-125 no significa necesariamente la presencia de un cáncer de ovario. Situaciones tales como inflamación abdominal, cirugía reciente, miomas, endometriosis, embarazo ectópico o un quiste roto pueden causar un aumento del CA-125. Al mismo tiempo, unos valores bajos de CA-125 no implican que no tenga cáncer, ya que algunos tipos de cáncer de ovario solo producen unos niveles bajos o nulos de CA-125.
Ecografía transvaginal
En este procedimiento se introduce una sonda cilíndrica en la vagina. Emite ondas sonoras y recibe los ecos que rebotan de los ovarios, lo que genera imágenes electrónicas que visualiza el médico en una pequeña pantalla. Un radiólogo interpreta las imágenes y comunica los resultados al médico. La ecografía transvaginal puede poner de manifiesto proliferaciones ubicadas en o cerca de los ovarios, aunque los médicos no pueden determinar si se trata de un cáncer mirándolas simplemente. Este procedimiento suele realizarse en un contexto clínico o en la consulta del médico.
Biopsia quirúrgica
La única forma de confirmar el diagnóstico de cáncer de ovario es que un anatomopatólogo examine el tejido ovárico. Suele obtenerse una muestra de tejido durante la cirugía. Puede obtener más información sobre la cirugía en la sección Tratamiento.
Análisis genéticos
Las mujeres con un riesgo alto de cáncer de ovario debido a antecedentes personales o familiares pueden ser alentadas por su médico a someterse a otras pruebas, que pueden incluir análisis genéticos. Muchas mujeres consideran útil esta información para tomar decisiones importantes en relación con las estrategias de prevención para sí mismas y sus hijos. Los análisis genéticos tienen riesgos y beneficios, por lo que las mujeres deben comentarlos con su médico.
Hay análisis de sangre para determinar la presencia de los genes BRCA1 y BRCA2, que también causan cáncer de mama, y de genes implicados en el síndrome de Lynch, un síndrome de cáncer de colon hereditario. En las mujeres que se considera que portan una de estas mutaciones, un análisis de sangre podría ayudar a determinar si tienen un riesgo elevado de padecer cáncer de ovario (así como cáncer de mama, útero o colon, en función del gen).
Estadificación
El estadio del cáncer de ovario describe el grado en que el tumor se ha diseminado fuera del ovario a los tejidos contiguos y otras partes del cuerpo. La estadificación se lleva a cabo durante la biopsia quirúrgica y normalmente precisa una extirpación de los ganglios linfáticos, muestras de tejido procedentes del diafragma y otros órganos abdominales y líquido del abdomen. Cuando se diagnostica precozmente (estadio I), una mujer tiene una probabilidad de curación del 95%. Sin embargo, tan solo el 25% de los cánceres de ovario se diagnostican en estadios iniciales. La estadificación del cáncer de ovario es la siguiente:
Estadio I: el cáncer está limitado al ovario o los ovarios.
- Estadio IA: el tumor está limitado al interior de un ovario
- Estadio IB: el tumor está limitado al interior de ambos ovarios
- Estadio IC: el tumor está limitado a uno o ambos ovarios. Además, aparece en la superficie del ovario, se ha roto una cápsula rellena de líquido o se encuentran células cancerosas en el líquido abdominal
Estadio II: el cáncer se encuentra en uno o ambos ovarios y se ha diseminado a otras partes de la pelvis.
- Estadio IIA: el tumor se ha diseminado al útero, las trompas de Falopio o ambos
- Estadio IIB: el tumor se ha diseminado a la vejiga, el recto o el colon
- Estadio IIC: el tumor se ha diseminado a alguno de los lugares anteriores. Además, aparece en la superficie del ovario, se ha roto una cápsula rellena de líquido o se encuentran células cancerosas en el líquido abdominal
Estadio III: el cáncer se encuentra en uno o ambos ovarios y se ha diseminado a los ganglios linfáticos próximos o a otros órganos abdominales, salvo el hígado.
- Estadio IIIA: el tumor se ha diseminado al revestimiento del abdomen, pero no puede visualizarse. El cáncer no se ha diseminado a los ganglios linfáticos
- Estadio IIIB: el cáncer se ha diseminado en el interior del abdomen y es visible (menos de 2 cm de tamaño). El cáncer no se ha diseminado a los ganglios linfáticos
- Estadio IIIC: el cáncer se ha diseminado en el interior del abdomen y los depósitos miden más de 2 cm. El cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos
Estadio IV: el cáncer se ha diseminado al pulmón, el hígado u otros órganos distantes.
Cáncer de ovario recurrente: el cáncer ha reaparecido después de haber sido tratado. Puede aparecer en otras partes del organismo, pero se sigue considerando un cáncer de ovario.