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Además de los fármacos más novedosos, estos encuentros servirán también para revisar el uso de algunos tratamientos que ya llevan algo más de tiempo en la práctica clínica. Así, por ejemplo, explica el Dr. Juan Fernando García, jefe del Servicio de Anatomía Patológica de MD Anderson Madrid – Hospiten y coorganizador del encuentro junto a Joseph Khory, Executive Director, MD Anderson Cancer Network, Division of Pathology/Lab Medicine de MD Anderson Houston, “en patologías como el cáncer de pulmón, esta revisión incluiría terapias dirigidas a dianas específicas como EGFR o ALK, con las que existe mayor experiencia, y también nuevas terapias inmunomoduladoras mediante anticuerpos monoclonales como la inhibición de linfocitos T vía PD-1 o la regulación de la respuesta citotóxica mediada por CTLA-4”.

Precisamente, la inmunoterapia será una de las protagonistas de este encuentro ya que, como anticipa el Dr. Juan Fernando García, “las terapias dirigidas a la modulación entre la célula tumoral y el microambiente (la inmunooncología) se convertirán en los próximos años el tratamiento estándar contra cáncer de pulmón, melanoma, cáncer de renal y probablemente también cáncer de páncreas. En este sentido, el congreso incluirá también una ponencia del Dr. Huamin Wang, Division of Pathology/Lab Medicine de MD Anderson Houston, que ha publicado numerosos trabajos sobre el papel funcional de varias moléculas y vías de señalización en la patogenia de la enfermedad.

Pero, como advierte el Dr. Juan Fernando García, el cáncer es un conjunto muy heterogéneo de enfermedades con biologías y mecanismos muy dispares y, por eso, un tratamiento muy eficaz en un tipo de tumor no tiene por qué serlo también en otro. Como explica, “no se pueden aplicar idénticos fundamentos racionales en diferentes tipos celulares y microambientes y, por eso, en muchas ocasiones, la extrapolación de terapias de unos modelos de cáncer a otros termina en fracaso”.

Un problema al que hay añadir también el de la selección del subgrupo específico de pacientes que podrían beneficiarse más de un tratamiento o secuencia de tratamientos determinada, algo para lo que hay que entender muy bien los mecanismos de la enfermedad y cómo actúan en ella los diferentes tratamientos.

Habitualmente, se identifica un subgrupo de pacientes en base a que compartan determinadas características clínicas, rasgos histopatológicos y rasgos moleculares, todo ello añadido a que sean subsidiarios de una determinada terapia. Por eso, señala el Dr. García, “al incorporar nuevos conocimientos sobre la biología de las enfermedades cambia también la clasificación tumoral”.

Nueva clasificación de tumores del SNC

Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con los tumores del Sistema Nervioso Central (SNC) que, por primera vez, se han clasificado atendiendo no solo a su histología, sino también a parámetros moleculares. La nueva clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha publicado este año 2016 y el Dr. Juan Fernando García considera que es “un importante avance conceptual y práctico respecto a la anterior clasificación de 2007”.

En su opinión, lo más importante es que esta nueva clasificación presenta una importante reestructuración de los gliomas difusos, los meduloblastomas y otros tumores embrionarios y que incorpora nuevas entidades como el glioblastoma con mutación IDH o el glioma difuso de la línea media con mutación H3 K27M gracias a la incorporación de los parámetros moleculares como otro indicador de clasificación más. Asimismo, se han añadido nuevas neoplasias recientemente identificadas y se han suprimido otras entidades que ya no tienen importancia diagnóstica y/o biológica. 

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