La USI está dedicada al tratamiento sintomático de los pacientes oncológicos con enfermedad en fase avanzada y, a través de una atención multidisciplinar y personalizada, trata de dar respuesta a cualquier necesidad física o emocional que estos pacientes puedan presentar. “Nuestro objetivo es ayudar a que estos momentos sean lo más llevaderos posible, tanto a nivel de control de síntomas como de cualquier otra cuestión que al paciente le suponga una preocupación o incomodidad”, explica la doctora Mar Mendívil, coordinadora de la USI de MD Anderson Madrid – Hospiten.
En cuanto al control de síntomas, la doctora Mendívil destaca que “resulta fundamental mantener principalmente un adecuado control del dolor, así como de otros síntomas como el insomnio, el estreñimiento o las nauseas que también pueden aparecer en esta fase, y que agravan la sensación de malestar que tiene el paciente”. En este sentido, es importante que se tenga en cuenta que el tratamiento de estos síntomas no debe ser agresivo, puesto que la finalidad no es curativa sino aliviar el nivel de malestar que pueda sentir la persona. “No podemos hablarles de que afronten esta fase avanzada de la enfermedad si realmente tienen dolor y lo están pasando mal”, señala la doctora Mendívil.
Al mismo tiempo, la USI se encarga también de abordar aspectos psicológicos y emocionales, tanto desde la perspectiva del paciente como desde la de su familia, ayudándoles a prepararse para afrontar estas duras circunstancias “Si el paciente quiere hacerlo, es muy importante facilitarle la expresión de sus sentimientos para descargarse emocionalmente, ya que esto le produce gran alivio. En el caso de la familia, la psicooncóloga lo que hace es trabajar sobre todo las cuestiones del apoyo y del desgaste que produce el acompañamiento del paciente oncológico en fase avanzada”, comenta la doctora de MD Anderson Madrid – Hospiten.
Por otra parte, esta nueva unidad valorará otros aspectos complementarios en el bienestar del paciente, como es el caso de los nutricionales o los de movilidad. Para los nutricionales, se trata de cubrir las necesidades alimentarias adaptándolas a cada paciente según su situación particular. En el caso de los de movilidad, el objetivo es mantener un tono muscular adecuado para que la persona sea capaz de mantener su máxima autonomía: poder levantarse, ir al cuarto de baño o cambiar de postura.
Enfoque multidisciplinar y vitalista
Para cubrir este amplio espectro de necesidades, la USI cuenta con un equipo multidisciplinar, formado por especialistas en cada una en las áreas en las que se da soporte. Así, el equipo médico de esta unidad está formado por un especialista en medicina interna y máster en cuidados paliativos, dos enfermeras especializadas en tratamiento del paciente oncológico que trabajan coordinadas con la enfermera de planta, una psicooncóloga que valora al paciente y a su familia, un fisioterapeuta y un nutricionista. Además, cuenta con el apoyo de Atención al Paciente y del equipo de voluntariado.
Este equipo multidisciplinar que trabaja sobre el conjunto paciente-familia, también actúa como nexo de unión con el resto del equipo médico que trata habitualmente al paciente -su oncólogo, hematólogo o cirujano de referencia- con los que colabora y se coordina para dar una respuesta asistencial completa y personalizada a cada paciente.
De este modo, se pretende optimizar y proporcionar la máxima calidad de vida del paciente, siempre con un enfoque vitalista en la fase avanzada en la que se encuentra. “Nuestro equipo ni acelera ni retrasa el proceso de la enfermedad. En último término, lo que intentamos es minimizar el sentimiento de angustia y ansiedad, tratando de evitar los miedos y la carga emocional negativa que conlleva el final de la enfermedad”, concluye la doctora Mendívil.